El concepto del Tao se basa en aceptar que la única constante en el universo es el cambio y que debemos aceptar este hecho y estar en armonía con ello. El cambio es el flujo constante del ser al no ser, de lo posible a lo real, yin a yang, femenino a masculino. El símbolo del Tao, llamado Taijitu, está constituido por el yin y el yang confluyendo en un círculo.
Sé humilde, si quieres alcanzar la Sabiduría.
Sé más humilde aún, cuando de la Sabiduría seas dueño.
Sé a manera del océano, que recibe todos los ríos y torrentes. La poderosa calma del mar permanece inalterable, sin sentirlos.
Refrena tu yo inferior mediante tu Yo divino.
Refrena lo Divino por medio de lo Eterno.
Grande, en verdad, es aquel que aniquila el deseo.
Más grande aún es aquel en quien el Yo divino ha destruido hasta la noción del deseo.
Vigila lo Inferior, no sea que mancille lo Superior.
El camino de la Liberación final está dentro de tu YO.
Aquel camino empieza y termina más allá del YO
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